The Media Dome

Es hoy como podría haber sido cualquier otro día. El nacimiento de un Blog responde más a la apetencia de su creador que a otro tipo de motivos. Digamos que es algo personal. Te levantas una mañana y de repente recuerdas que todavía no has hecho ninguna contribución digna de mención a ese fenómeno de comunicación colectiva llamado Blogosfera. Habiendo participado en casi todas las demás formas de red social habidas y por haber (también sin contribuciones dignas de mención) iba siendo hora de dedicarle un poco de tiempo a un Blog.

¿La intención? Poner por escrito ideas y opiniones que, si no se ven plasmadas en algún tipo de soporte, perderé irremisiblemente y caerán en mi propio olvido. Desconozco si existirán en alguna parte potenciales lectores de este Blog que hoy inicio y, ciertamente, no es algo que de antemano tenga excesiva importancia para el autor.

¿Los contenidos? Cualquier cosa que llame mi atención y genere una opinión, idea, comentario o análisis. Es este un medio destinado a comunicar cualquier dato y con cualquier fin. Cuando uno no es experto en nada sino que sabe un poco (muy poquito) de muchas cosas, la idea de crear un blog temático es, cuando menos, pretenciosa.

¿La periodicidad? Esperemos que diaria. Cierto es que en el mundo actual y cuando uno tiene una actividad profesional que podría calificarse de exigente y absorbente (tanto en tiempo como en esfuerzo mental) dicho compromiso quizá sea temerario, pero lo metódico y lo riguroso tienen su origen en un compromiso previo ineludible que nos debe librar de la peligrosa procastinación.